Un duro golpe despertó al mundo este lunes 21 de abril, ya que desde redes sociales que han sembrado incertidumbre.
Y durante su papado que comenzó el 13 de marzo de 2013, el jesuita Bergoglio se vio rodeado de tiempos donde la internet creció a pasos agigantados, con quizás el mayor desafío para una institución conservadora como la Iglesia Católica: la aparición de la IA.
Algo que incluso lo afectó personalmente:
El Papa Francisco y su exposición a la IA

Fue el 27 de marzo de 2023, a diez años del inicio de su papado, cuando varias imágenes comenzaron a inundar internet: se mostraba a un Papa Francisco con una vistosa parka balenciaga, en lo que derivó en molestia de los fieles.
La foto hecha con el programa MidJourney comenzó a viralizarse en redes sociales y el mismo Francisco debió salir a hablar del tema y de la IA:
«Estoy convencido de que el desarrollo de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático tiene el potencial de contribuir de manera positiva al futuro de la humanidad», dijo el papa en su discurso.
Pero, aseveró, que «al mismo tiempo (…) este potencial se realizará solo si existe un compromiso constante y consistente por parte de quienes desarrollan estas tecnologías para actuar de manera ética y responsable».
Al respecto mostró su preocupación por que «las tecnologías digitales hayan aumentado la desigualdad en nuestro mundo» y planteó algunas preguntas: «¿Pueden nuestras instituciones nacionales e internacionales responsabilizar a las empresas de tecnología por el impacto social y cultural de sus productos?».
«¿Existe el riesgo de que el aumento de la desigualdad socave nuestro sentido de solidaridad humana y social? ¿Podríamos perder nuestro sentido de tener un destino compartido?«, inquirió.
El verdadero objetivo, dijo, «debe ser que el crecimiento de la innovación científica y tecnológica vaya acompañado de una mayor igualdad e inclusión social».
También destacó que «el concepto de dignidad humana intrínseca requiere que reconozcamos y respetemos el hecho de que el valor fundamental de una persona no se puede medir solo con datos«.
«En la toma de decisiones sociales y económicas», continuó, «debemos ser cautelosos al delegar juicios a algoritmos que procesan datos, a menudo recopilados subrepticiamente, sobre la composición y el comportamiento previo de un individuo».
Y añadió: «No podemos permitir que los algoritmos limiten o condicionen el respeto a la dignidad humana, o excluyan la compasión, la misericordia, el perdón y, sobre todo, la esperanza de que las personas sean capaces de cambiar».
El Papa Francisco y su recomendación a dejar los celulares

Fue en 2015, dentro del marco de las Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que celebra la Iglesia Católica, que el Papa Francisco instó a las familias a dejar a un lado sus teléfonos celulares y sus cuentas de Twitter para volver a hablarse.
«El gran desafío al que nos enfrentamos hoy es aprender de nuevo cómo hablar unos con otros, no simplemente cómo generar y consumir información» y agregó que los medios pueden facilitar o complicar la comunicación de las familias, al ayudar a que parientes en lugares remotos se mantengan en o pero también permitir que otros se ignoren entre sí.
“Hoy, los medios de comunicación más modernos, que son irrenunciables sobre todo para los más jóvenes, pueden tanto obstaculizar como ayudar a la comunicación en la familia y entre familias”, aseguró el Papa.
«Internet es un regalo de Dios»

Pero en su paso por el trono de Pedro, el Papa Francisco varias veces itió que internet «era un regalo de Dios» y que utilizado de buena manera y con las intenciones correctas, podía ser muy beneficioso para la humanidad.
De hecho, durante su periodo en EL Vaticano, lanzaron en 2023 un satélite está equipado con un nano-libro que contiene una versión minúscula de la célebre oración sobre la esperanza y la fraternidad rezada por el papa Francisco el 27 de marzo del 2020, ante una Plaza de San Pedro completamente vacía por la pandemia.
El satélite, que forma parte de la misión espacial vaticana bautizada como “Spei Satelles” (Satélites de la Esperanza), fue enviado al espacio desde la base de Vandenberg, en California (EE.UU.).
“El lanzamiento del nano-libro al espacio tiene como objetivo servir como un símbolo de esperanza en el cielo, invisible a los ojos pero no al corazón de quien desea embarcarse en un futuro de fraternidad y de compartir, inspirándose en esos momentos”, explicó el Vaticano.
El CubeSat, un pequeño satélite cúbico de menos de 3 kilogramos, fue bendecido por el papa Francisco el pasado 29 de marzo y se encuentra ya en ruta hacia el nivel orbital heliosíncronico, a unos 525 kilómetros de distancia de la superficie terrestre.
“El mensaje del Papa Francisco en el espacio sirve como signo y representación de ternura y bendición para el mundo”, aseguró el secretario del Dicasterio de Comunicación del Vaticano, Lucio A. Ruiz.
Pero eso no es todo, en su papado además se consagró al primer santo influencer de la iglesia católica.

Se trata de Carlo Acutis, un joven informático italiano de quince años, quien en 2020 fue beatificado por la Iglesia Católica en la localidad de Asís, provincia de Perugia, Italia y que falleció en 2006 debido a una leucemia. Desde entonces su imagen ha estado relacionada con varios milagros en distintos lugares del mundo.
Acutis creó sitios web que documentan supuestos milagros y ha sido apodado «el influencer de Dios» desde su muerte.
Acutis, que nació en 1991, creó una exposición en línea sobre milagros eucarísticos que se puso en marcha poco antes de su muerte en 2006. La Eucaristía es la práctica de la Sagrada Comunión, consumiendo pan u hostias y vino, que los católicos creen que se convierten literalmente en el cuerpo y la sangre de Jesucristo en un proceso llamado transubstanciación. La práctica conmemora la Última Cena, cuando Jesús comió con sus discípulos la noche antes de ser traicionado y crucificado.
El primer milagro atribuido a Acutis ocurrió en 2013 y fue reconocido por el Papa en 2020. Ese milagro involucró a un niño en Brasil que, según los informes, fue sanado de una rara afección pancreática.
El segundo milagro involucró a una joven costarricense de 21 años llamada Valeria Valverde que estudiaba en Italia, donde vivía Acutis. Valverde sufrió un traumatismo craneoencefálico en 2022 por un accidente de bicicleta y tuvo que pasar por el quirófano, pero su madre fue a rezar a la tumba de Carlo Acutis, donde su cuerpo se exhibe públicamente.
«Seis días después del accidente, la madre de Valeria fue en peregrinación a Asís para rezar por la curación de su hija en la tumba del beato Carlo Acutis, dejando una nota escrita. Ese mismo día, Valeria comenzó a respirar por sí misma y al día siguiente recuperó el uso de sus extremidades superiores y recuperó parcialmente el habla. Valeria fue dada de alta de la unidad de cuidados intensivos 10 días después de la peregrinación de su madre y se sometió a más pruebas que mostraron que la contusión hemorrágica cortical temporal derecha en su cerebro había desaparecido por completo. Contrariamente a las predicciones médicas, Valeria pasó solo una semana en fisioterapia y el 2 de septiembre de 2022, dos meses después de su accidente, peregrinó a la tumba de Carlo Acutis en Asís con su madre para celebrar su curación completa. Para la Iglesia, el joven es “un ejemplo de que la tecnología puede ser muy positiva”, relata la Agencia Católica de Noticias.
En palabras del propio Papa Francisco, el joven: “supo utilizar las nuevas técnicas de comunicación para transmitir el Evangelio, comunicar valores y belleza”, afirmó.