Un híbrido de fuste, que se ubica entre el Honda Insight 2020, que conocimos en el marco del festival de música Austin City Limits, uno de cuyos impulsores es el fabricante japonés.
La idea de este carro, que pudimos manejar por un día entero, es complementar el espacio entre los sedanes grandes y compacto, así como atraer a un público joven, pero con aspiraciones de madurez. En otras palabras, no es tan juvenil como el Civic, pero tampoco tan adulto como el Accord.
Nos pareció una buena apuesta para el grupo de personas al que está dirigido, aunque no nos agradó el precio. En particular, el nivel de acabado que manejamos, el tope de gama Touring, tiene un valor que sobrepasa los $29,000 dólares, algo que parece excesivo para el tamaño del vehículo.
De todas formas, la sensación conductiva es muy agradable, aunque en modo Sport+ se siente algo deficiente ante el aceleramiento total. Es decir, no sentimos toda la potencia que debería generar un coche con dos motores. De igual modo, sabemos que es un auto de la gama más amigable con el medio ambiente y no para jugar a los arrancones en las esquinas.
Dotado de un propulsor de cuatro cilindros a gasolina de 1.5 litros, que actúa como un generador la mayor parte del tiempo, el Honda Insight tiene también un motor eléctrico que empuja el tren delantero. Es un auto para jóvenes maduros conscientes con el planeta, pero no lo suficientemente comprometidos para comprar un eléctrico, que todavía presentan un reto al viajar grandes distancias.
