La grave epidemia mundial de coronavirus está obligando a las autoridades a tomar medidas para que la gente no asista a lugares concurridos y así evitar la tercera fase de contagio de la enfermedad, que es la comunitaria, cuando ya se da entre personas de una misma localidad.
Una de las fases preventivas para llegar a un mayor contagio es evitar atochamientos y consultas de casos sospechosos en hospitales o clínicas, y realizar los tests en casa.
Y la Fundación Bill Gates está dando un paso adelante en esta línea, ya que —como publica el Seattle Times— la ONG del magnate y dueño de Microsoft entregará kits de diagnóstico para el hogar en esta ciudad.
El análisis se hará a través de un hisopo nasal, que debería ser capaz de devolver resultados en hasta dos días y se compartirá con funcionarios de salud que luego pueden notificar a las personas que dieron positivo.
«Se alentará a las personas que han sido infectadas a responder un cuestionario en línea para brindar información a los funcionarios de salud sobre sus movimientos para que puedan identificar y notificar a otras personas que pueden necesitar pruebas o cuarentenas», informó el Seattle Times.
«Aunque hay mucho por resolver, esto tiene un enorme potencial para cambiar el rumbo de la epidemia», dijo Scott Dowell, quien dirige el esfuerzo de respuesta al coronavirus de la Fundación Bill y Melinda Gates al mismo medio.
Según este colaborador de la Fundación Gates, esta nueva prueba casera podría llegar a realizar hasta 400 test al día. “Una de las cosas más importantes desde nuestra perspectiva, haber visto y trabajado en esto en otras partes del mundo, es la identificación de personas que son positivas para el virus, para que puedan ser aisladas y atendidas de manera segura, y la identificación de sus os, que luego pueden ser puestos en cuarentena «, agregó.
Por ahora se sabe que la Fundación de Bill Gates ha gastado una suma cercana a los $20 millones de dólares en la compra de estos kits y ha manifestado sus intenciones de comprometer otros $5 millones de dólares en el estudio local en Seattle del COVID-19.
